miércoles, 26 de marzo de 2014

No me cuentes cuentos.

Este mes de Marzo nuestra dinámica lectora trataba de los papeles que desempeñan hombres y mujeres en los cuentos.
 
Los cuentos tradicionales esconden mensajes sexistas. Esto es normal, ya que han sido una creación de la humanidad y por tanto han de responder a una realidad social y cultural. Nuestra sociedad ha sido y sigue siendo una sociedad machista, que ha reflejado a través de la cultura sus estereotipos discriminatorios.

Los cuentos son un elemento más de la cultura y un claro vehículo de enseñanzas éticas y morales, que pone de manifiesto el lugar que ha de ocupar el hombre y la mujer, respondiendo a una sociedad.

Son sólo cuentos, pero lo cierto es que hay muchos elementos sexistas en nuestra cultura, que transmitimos la mayoría de las veces sin ser conscientes, pero que son sumamente importantes para la construcción y el desarrollo de las nuevas generaciones.


Repasemos algunos de los “TÍPICOS TÓPICOS” dentro de los cuentos clásicos:

-Los cuentos son, en nuestros primeros años de vida especialmente, una fuente de roles sociales muy importantes. Así, no es extraño que una niña de unos cuatro o cinco años se sienta identificada con Cenicienta y un niño con el Príncipe, con toda la carga de valores y actitudes que ello implica.

-El perfil femenino en los cuentos de hadas se suele caracterizar por su pasividad (siempre es salvada), la temerosa, la presa de su destino, la sumisa, y si por casualidad despierta su curiosidad o se escapa de lo previsto, es castigada y reprendida de una u otra forma. . Romántica, soñadora y sensible, a la espera de un amor incondicional que la rescate de sus penurias cotidianas. Por su parte, el perfil masculino es el de personaje fuerte, valiente, que lucha por su destino, el activo, el salvador, el poderoso, el rico, el sabio, el protagonista de la trama, el caballero, el príncipe azul todopoderoso

-La belleza física y la juventud son valores femeninos , en la mayoría de los relatos está asociada a la bondad mientras que la fealdad o la vejez son sinónimos de maldad. Buenos valores de cara al futuro: “mujer, has de mantenerse siempre joven y guapa, lo viejo es malo” Paralelamente es una constante la irremediable fascinación que los personajes masculinos sienten hacia esta belleza física, que los lleva a enamorarse sin remedio en la primera ojeada a la mujer. Así mujer, sólo enamoraras, a través de tu belleza física”.

-Mayoritariamente los personajes malvados en los cuentos son mujeres. Hay “brujas” y brujos; hay “madrastras” y no padrastros…y para un personaje malvado masculino, resulta que lo deshumanizan en forma de lobo ¿Casual? El personaje de la bruja aparece normalmente unido a características consideradas negativas: vieja, mala, fea, solitaria. Pero quedan en la sombra y permanece de esta forma en el curriculum oculto su capacidad creadora, su magia, su toma de decisiones o sus investigaciones en el laboratorio (preparan pócimas en sus laboratorios), viven de forma independiente, ríen con fuertes carcajadas, son activas, deciden qué quieren y cómo lo quieren, son mágicas, utilizan instrumentos para volar, pero lamentablemente son malas, muy malas y todas la cualidades positivas quedan dormidas en el fondo del pozo, no se hacen visibles, ni son valoradas por ellas, al contrario parecen que son castigadas por no cumplir con la tradición de sumisa, buena y
joven.
Los personajes femeninos no suelen ocupar puestos de prestigio (más allá del de sus parejas), no tienen experiencias laboral alguna (más allá de “sus labores”) y su funcionalidad se basa, bien en su papel de madres o bien en el de “espectadoras” a la espera de su salvador Pesemos por ejemplo en la bella Durmiente, que es protagonista, pero que se pasa todo el relato inconsciente…

-Se generan unas tremendas expectativas respecto al Amor. Es la solución a todos los males: hechizos, maleficios, problemas hogareños, malas condiciones familiares…Con un beso enamorado todo mal desaparece. Pero este mito tiene una segunda parte: “se casaron y vivieron felices para siempre”…¿y donde están los problemas cotidianos, las dificultades de la convivencia..?En los cuentos todo es comer perdices, lo que genera unas expectativas ilusorias sobre el hecho de de que con el matrimonio se resuelven muchos problemas.

Quizá sea este el momento de que nosotros/as como transmisores de cultura, padres y madres nos planteemos nuestras propias versiones de los cuentos en los que ellas salgan del ámbito domestico, sean activas, enérgicas y autosuficientes en sus decisiones en todos los terrenos: laboral, social, personal, y por supuesto sexual.

Por otro lado, cada vez son más los/as escritoras que publican cuentos no sexistas.


Si hay alguien que nos ha ayudado a cambiar la mirada, a ponernos las gafas color lila; si hay alguien de quien hayamos aprendido a observar, con mirada crítica, los estereotipos de género que se transmiten a través de las ilustraciones de los cuentos infantiles; si hay alguien que nos ha regalado historias con las que disfrutar y, a la vez, comprender que otra educación, más justa e igualitaria es posible; si hay alguien que alimenta nuestra ilusión, y la de nuestra infancia, ésa es Adela Turín.


 

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